ATLETISMO
El aislamiento de la ex campeona
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En cinco años, Marta Domínguez ha ido perdiendo todos sus apoyos
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Entiende que el TAS no sólo juzgará su palmarés, sino su futuro político
Marta Domínguez celebra su triunfo en los 3.000 obstáculos en el Mundial de Berlín 2009.
Partido Popular
El caso de Marta Domínguez se politizó desde el inicio, por la cercanía de la atleta al Partido Popular y por el empeño del CSD, bajo autoridad socialista, en la desastrosa operación Galgo. De aquel proceso, Marta salió inocente, y como senadora del PP, que la reclamó para sus listas como víctima de una persecución en la que Rubalcaba sería, como mínimo, cómplice.Pero con el CSD en manos de su partido y ante un segundo caso contra ella, a la palentina le ha ido peor que antaño con sus enemigos. Al frente del departamento Antidopaje está ahora Enrique Gómez Bastida, responsable de la investigación de la Guardia Civil en la operación Puerto, aquella redada, con mediocres resultados, de la que hizo espectáculo el PSOE de Lissavezky. Y los lazos de Marta Domínguez, si es que los hubo alguna vez, se rompieron pronto con el presidente del Consejo Superior de Deportes (CSD), Miguel Cardenal, y con su directora general, Ana Muñoz.
En un momento de la tramitación del expediente de la IAAF, el órgano vinculado a la Federación se inhibió en otro adscrito al CSD, lo que colocó en una situación más que incómoda a Cardenal y Ana Muñoz. Finalmente, el expediente regresó a la Federación de atletismo, que decretó la absolución de Marta. Y el CSD recibió así la buena nueva: «[Hemos] manifestado en varias ocasiones las discrepancias con los criterios adoptados por la Comisión de Disciplina de la Federación. No ahorraremos ningún esfuerzo para que la lucha contra el dopaje sea una realidad incuestionable y aceptada por todas las instituciones». La palentina, que querría seguir vinculada a la política, entiende que la decisión del TAS no sólo puede contaminar para siempre su palmarés, sino anular su porvenir.
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